Tormento


Yo quería encontrar la voz que perdí cuando dejé mi casa. La voz de niña, de nieta, de hija. La voz de hermana. Yo queria volver a escuchar la voz de ayer. Recostar mi cabeza, como pocas veces hice, cerca del pecho de mi madre y escuchar sus cuentos. Y agarrar a mi hermano por la mano para buscar en el mundo huellas del futuro.

Yo quería una voz sin color para que encuentre en todos un hogar. Una voz que sea tolerante y que también escuche. Yo quería encuentrar una voz firme, que confíe, que abraze.

Yo quería encontrar una voz que no suene rara, un acento que no moleste ni a mí, ni a los demás. Yo queria tener de nuevo una voz que encuentre oyentes, que sirva de consuelo. Que construya puentes bellos como los de Santiago Calatrava.

Yo quería la voz que habla con todas las gramáticas y que crece. Una voz que puede mejorar la vida de los que le dan la mano. Yo queria ser la voz de la niña de un pais pequeño que busca en la música una patria.
Imagem: Martha Graham, Letter to The World. Daqui.

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